Naciste con una ruta trazada, para ser mujer con destino profético, y moverte en lo imposible y sobrenatural de Dios.
"Son como árboles junto a las riberas de un río , que no dejan de dar fruto cada estación . Sus hojas nunca se marchitan y todo lo que hacen prospera." Salmos 1:3 NBV
Las mujeres somos especiales, porque nacemos del corazón de nuestro Padre; portamos su ADN de fe en nuestro espíritu, podemos concebir los sueños, visiones, proyectos y propósitos que nuestro creador tiene para nosotras y llevarlos a cabo con la dirección de nuestro amado Espíritu Santo.
La mujer fue diseñada para guerrear y arrebatar su casa y familia de las garras del enemigo, y que sus generaciones sean portadores de salvación y vida eterna.
Llegar a formar mujeres esforzadas y valientes; determinadas, que reconozcan que en Cristo Jesús son más que vencedoras; libres de la culpa, libres de temores, libres de la vergüenza, libres de la timidez, con una autoestima alineada con lo que Dios habla y dice de cada una de nosotras.
“Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” 2 timoteo 3:16-17
Diaconisa a cargo
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